domingo, 24 de enero de 2016

Mesa Lego

Este año Papá Noel le ha traído a mi hijo mayor una mesa Lego para que tenga un sitio donde jugar con ellos y poder construir a lo grande. 


Para hacer la mesa hemos usado una mesa Lack de ikea. Elegimos esta porque tiene estante abajo, así tenemos el espacio para guardar las cajas de piezas Lego que le trajeron los Reyes para complementarla.


Encima de la mesa pegamos con celo ancho de doble cara 6 placas pequeñas Lego de color arena compradas en Abacus. Esto es lo que hace encarecer la mesa. El importe total de la mesa ha salido por 80€ sin contar las piezas ni cajas Lego. Pero si tenéis un fan de Lego y muchas, muchas, muchas piezas esta mesa no os la acabáis. Para que os hagáis una idea mirar a mis hijos en acción para ver la superficie y las mega estructuras que se pueden llegar a construir en ella. 

Ahora para su cumple nos toca regalarle piezas, muchas piezas!

miércoles, 20 de enero de 2016

La mesa de la PAZ

Los hermanos, como buenos hermanos, tienen momentos de peleas. Pero deben aprender a convivir juntos sin necesidad de que tengan que ser los mejores amigos del mundo, por mucho que es uno de los pensamientos que nos hacemos los padres al querer que nuestros hijos tengan un hermanito. Buscando información volví a encontrarme con las mesas de La Paz que había escuchado alguna vez y decidí darle una oportunidad. Así que en uno de los viajes a Barcelona a ver a la familia hicimos una excursión por ikea y nos trajimos:
Nuestra mesa de la paz está en una esquina del comedor
- una mesa Lack pequeña
- una alfombra
- un bonsai

Además en un bazar compré una lámpara de sal y un jardín zen y volví a hacer un bote de la calma para momentos en los que necesiten calmarse por estar nerviosos.
Les expliqué lo que íbamos a comprar y ellos nos ayudaron a buscar las cosas en la tienda y a montar el espacio muy entusiasmados. Nada más montarla querían quedarse allí a jugar con el jardín zen. Les expliqué que no era para jugar sino para calmarse cuando estén nerviosos o para hablar y llegar a acuerdos cuando se discuten. Las primeras veces les escuchaba pelearse y yo les aconsejaba ir a la mesa y les ayudaba a aprender a verbalizar y a gestionar los turnos. Al cabo de una o dos semanas ya no necesitaban mi presencia y ellos solos se iban para solucionar sus problemas.


Además en la mesa añadí dos libros sobre emociones. Con mi hijo pequeño me funciona muy bien el monstruo de colores en pop-up para ayudarle a verbalizar lo que está sintiendo. Cuando llegamos a la mesa miramos en la emoción que estamos y hablamos sobre lo pasado y me encanta cuando al final de la conversación me dice ya no estoy triste ahora estoy alegre o tranquilo. Ahora sin ir a la mesa de la paz hay veces que me dice "estoy azul porque me enfado porque no me gusta..." (aunque azul es triste en el cuento para él la rabia y la tristeza se le mezclan porque cuando tiene rabia llora y le cuesta separar estas emociones).

El otro libro es el emocionario que es para mayores, porque son definiciones de 42 emociones diferentes, pero para poder hablar con el mayor de qué es lo que siente lo tenemos igualmente en la mesa.

En teoría en la mesa nos faltaba un elemento para tener en la mano que es lo que marca quien tiene el turno para hablar, pero como de momento se respetan los turnos no lo hemos añadido. También se recomienda una campana o algo que puedan hacer sonar juntos para decir que han llegado a una solución del conflicto pero ellos lo que hacen es que cuando han acabado de hablar se levantan y se van los dos juntos a jugar según lo pactado (ya que los conflictos entre ellos siempre son por juego).

Estoy muy contenta con los resultados de la mesa de la paz. Ahora que llevamos más tiempo con ella debo recordarles que la utilicen  cuando están en conflicto pero son capaces de hablar entre ellos y buscarse ellos solos una solución sin que sean imposiciones de los adultos, de manera que ninguno se siente menos considerado.
Esta imagen resumen muy bien los aspectos positivos de la función de una mesa de La Paz.
Fuente http://www.tigriteando.com/la-mesa-de-la-paz-en-el-hogar/


martes, 19 de enero de 2016

El bote de la calma

Hace 2 años que hice los famosos botes de la calma, cuando mis hijos tenían 4 años y el pequeño estaba a punto de cumplir 2. Estos botes en teoría son para que los niños puedan calmarse en momentos de rabietas. Consiste en un bote lleno de agua con purpurina que tienen que sacudir y dejarlo reposar y ver como va cayendo la purpurina al fondo y haciendo esto calmarse para luego poder mantener una conversación sobre que es lo que ha pasado.



Para hacerlo necesitamos:


- bote con tapa (de plástico)
- cola transparente escolar
- purpurina
- colorante al gusto
- 1 vaso de agua (según la capacidad del bote, la cantidad que yo calculo son más o menos 3/4 de bote)





Primero de todo calentamos un poco el agua en el microondas (sin que llegue a hervir), lo justo para pasarla al bote y añadir el pegamento y removerlo para ayudar a que se disuelva. El agua empieza a ponerse turbia pero no pasa nada, al reposar se vuelve transparente. Ahora se añade si queremos colorante (puede ser liquido, yo usé una punta de colorante en gel) y la purpurina (hay que añadir bastante purpurina para tener un buen efecto. Si se quiere también se pueden añadir purpurinas/lentejuelas de formas como estrellas.

Hay webs donde ponen usar pegamento con purpurinas de colores pero yo lo probé y no daba el mismo efecto que tiñendo el agua y añadiendo mucha purpurina de bote.

Nuestra experiencia con los botes fue que Nil era tan pequeño que le dio un golpe jugando. No entendía aún que no se podía jugar todo el día con él, lo confundía con las botellas sensoriales. Al darle el golpe aunque cerramos la tapa con silicona perdía agua así que las tiré y no las he vuelto a hacer hasta ahora que ya tiene 4 años y la hemos puesto en la mesa de la paz. 

En la próxima entrada os explico que es la mesa de la paz y como la utilizamos.

martes, 12 de enero de 2016

Los últimos días del Elfo Polvorones en casa

Con tantos días festivos estas navidades no hemos estado prácticamente en casa y no os había enseñado los últimos días del Elfo Polvorones  que estuvo con nosotros hasta que el día 24 que, al venir Papá Noel a dejar los regalos, se fue con él para descansar en el Polo Norte hasta las próximas Navidades.

Esto es lo que hizo sus últimos días en casa.

Día 15: Nos escribe feliz navidad en la puerta de la nevera con nuestras letras magnéticas. 



Día 16: Nos pinta el espejo del lavabo con pintalabios y al acercarnos al espejo nuestra cara se convierte en cara de reno.


Día 17: Hoy nos ha limpiado lo que hizo en el espejo.



Día 18: Nos lo encontramos acostado entre la ropa interior de uno de mis hijos y se había hecho un saco de dormir con un calcetín.


Día 19: Creemos que se ha hecho un lío jugando!


Día 20: El calendario de adviento nos había dicho que los niños debían dormir bajo el árbol de navidad y a la mañana siguiente se encuentran que Polvorones se ha hecho un selfie con ellos con el IPad.


Día 21: Se echa una partida de parchís con unos amigos.



Día 22: Toca la melodía de Jingles Bells con las campanas.



Día 23: Está en el recibidor mirando hacía la puerta de la calle, se acerca el día de su marcha...

Día 24: Se despide de nosotros con una carta que dice que al llegar Papá Noel se irá con él y que ha estado tan a gusto en nuestra casa que volverá el próximo año. Pero además les deja de advertencia que no deben pelearse y compartir más las cosas.


Esta ha sido nuestra primera experiencia con el Elfo navideño. Mis hijos echan de menos buscarte cada mañana Polvorones pero en 11 meses nos volvemos a ver. El año que viene más y diferente!!